domingo, 14 de noviembre de 2010

Modernidad

El concepto de Modernidad designa, en principio, un determinado período cronológico que abarca los últimos cinco siglos. La presunción de que, a lo largo de esos siglos, pueden mantenerse ciertos rasgos como permanentes, indicaría el supuesto de la existencia de criterios no estrictamente cronológicos en vista a su definición y, por tanto, el recurso a caracteres de contenido y de tipo histórico. El concepto puede abordarse desde distintos puntos de vista, según consideraciones de tipo estético, filosófico, político, etc. En nuestra presentación lo tomaremos, ante todo, como un concepto histórico-filosófico, en la medida en que aparece como criterio caracterizador de una determinada época, a la vez que vinculado a rasgos de tipo normativo.
El concepto alcanza un uso cada vez mayor en la historia, la teoría de la historia y la filosofía de la historia, logrando rasgo canónico con el siglo XVIII. Surge al hilo de una nueva conciencia del tiempo histórico, por la que se distingue entre las edades Antigua, Media y Moderna (o Modernidad). Pronto, en el siglo XIX, se añadiría una Edad Contemporánea, referida a los tiempos novísimos. El momento de la ruptura con la Edad Media viene ejemplificado, según ópticas distintas, como Renacimiento o como Reforma.

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